Asociación Suiza para la Conservación de la Naturaleza en Argentina
El bosque atlántico
El bosque atlántico

El bosque atlántico

En Suiza hay unas 50 especies de árboles autóctonos diferentes. En el bosque más rico en especies del mundo se han contabilizado hasta 450 especies distintas de árboles, ¡por hectárea! El bosque atlántico no es solo la selva con el mayor número de especies, sino que, con 6 millones de años, es también uno de los hábitats más antiguos del planeta. Lamentablemente, es asimismo uno de los más amenazados. Su superficie original abarcaba enormes áreas de Paraguay, Brasil y Argentina. Actualmente queda únicamente el 8% de la superficie original, y solo el 15% de este pequeño remanente está protegido. En Paraguay, por ejemplo, el desmonte para el cultivo de soja sigue en plena marcha. La cosecha se transporta en enormes barcazas por el Río Paraná, aguas abajo hacia los puertos internacionales. En los últimos años la demanda de soja como alimento para animales y como materia prima para la producción de combustible alternativo ha incrementado a ritmo acelerado en el mercado mundial.

Los mbyas, indígenas guaraníes que desde tiempos ancestrales viven en el bosque atlántico, tienen que huir de su medioambiente, ya que sus bosques son talados para satisfacer la demanda de los mercados mundiales. La provincia argentina de Misiones es una de las pocas zonas donde las comunidades guaraníes encuentran refugio y son toleradas. Pero el espacio para los refugiados es limitado.

Los Mbyá deben recuperar su bosque

Los mbyas, indígenas guaraníes que viven en la región trifronteriza entre Paraguay, Brasil y Argentina, se sienten parte del bosque y consideran el bosque parte de ellos mismos. Por eso, no hay nadie más idóneo que esta comunidad originaria para protegerlo. Desde su cosmovisión tradicional, poseer una parte de selva era tan absurdo como poseer una parte del cielo. Paradójicamente, esta visión de la propiedad de la tierra facilitó a los inmigrantes blancos del siglo XX la apropiación del bosque, sin resistencia por parte de la comunidad guaraní. Hoy en día cada cada km2 del bosque atlántico tiene un propietario.

En este contexto surge el proyecto “Ypy”, palabra guaraní que significa ‘comienzo’, el inicio de un trato respetuoso hacia la comunidad indígena y su apasionante cultura de sostenibilidad. El proyecto, iniciado por los propios mbyas, prevé la creación de personas jurídicas integradas por los miembros de las comunidades indígenas y la compra de propiedades con bosque virgen en nombre de esas personas jurídicas. En Argentina los indígenas han logrado el derecho a formar entidades legales, a cuya propiedad colectiva se transferirán los bosques adquiridos. Las personas jurídicas se organizarán y se administrarán a sí mismas, sin intervención ni control del Estado. Sin embargo, los nuevos dueños no pueden vender la selva ni utilizarla para fines comerciales. A cambio, no tienen que pagar impuestos sobre el suelo. Ya se ha iniciado el proceso de creación de las personas jurídicas. La comunidad guaraní de Ruiz de Montoya, apoyada por la doctora Mariana Mampaey, ha encontrado propietarios dispuestos a vender sus bosques. Cada hectárea cuesta entre 1000 y 1600 dólares.